Hay cosas que son difíciles de asimilar, que cuesta incluso creer que son verdad por mucho que tengamos delante la realidad. Afrontar la pérdida de un ser querido es una de ellas, y lo es más aún cuando esa persona se va mucho antes de lo que debería y de forma injusta. Esa es la difícil situación que estamos atravesando estos días los familiares, amigos y compañeros de Luis Manuel Victorero.
Luisma, como le llamábamos los que le conocimos, era una persona alegre, futbolero, deportista y siempre con ganas de pasarlo bien. Pero además también era un gran profesional, entregado siempre a su trabajo y dando el 100% en todo lo que hacía. Por eso a nadie le extrañó cuando en Tartiere Auto decidimos, a pesar de su juventud, darle la responsabilidad de ser jefe de ventas de nuestros vehículos comerciales Volkswagen. Se lo merecía y se lo había ganado.
Trabajar con Luisma era fácil. Siempre es agradable que tu compañero del día a día sea de esos con una sonrisa permanente en la boca y dispuesto a hacer lo que fuera necesario para sacar el trabajo adelante y ayudar a los compañeros. Era además una de esas personas que quieres tener cerca incluso en los peores momentos, porque sabías que Luisma iba a acabar sacándote una sonrisa.
De manera incomprensible, hoy Luisma nos ha dejado después de mucho tiempo luchando contra una terrible enfermedad. Una pérdida que deja una profunda huella y tristeza en todos sus compañeros y amigos de Tartiere Auto, y por eso desde aquí queremos rendirle este humilde homenaje.
Se va un gran compañero, una buena persona y un amigo al que nunca vamos a olvidar. Ojalá que estas líneas sirvan también como un pequeño alivio para su mujer, sus padres y sus familiares. A ellos queremos transmitirles que Luisma estará siempre en nuestros corazones.