La correa de distribución o correa dentada es una de las piezas mecánicas más importantes de un vehículo. La posibilidad de que se dañe o se rompa puede conllevar a graves problemas en el motor, por lo que es fundamental conocer y comprobar, de vez en cuando, su estado.
¿Qué es la correa de distribución?
La correa de distribución es el elemento del motor que conecta el cigüeñal con el árbol de levas, sincronizando los movimientos para que la combustión de los cilindros se lleve a cabo en el momento exacto.
Estas correas suelen estar fabricadas con materiales de gran resistencia y alta calidad, como goma reforzada con nylon. Una combinación que asegura una larga durabilidad.
No obstante, es importante comprobar periódicamente la correa del vehículo y cambiarla pues su durabilidad es limitada y viene condicionada por los kilómetros y el paso del tiempo.
Comprobar el estado de la correa de distribución ¿Cómo hacerlo?
Primeramente debemos conocer en qué parte del vehículo se encuentra la correa de distribución, pues en algunos coches esta se sitúa en la parte frontal, mientras que en otros la encontramos en la lateral. Normalmente viene cubierta por un plástico protector que fácilmente se puede retirar con ayuda de unos clips.
Una vez realizado esto, debemos fijarnos en el desgaste de la correa y comprobar las marcas del fabricante: número de referencia, letras de fabricación… ya que con el tiempo y el paso de la correa por las poleas y los tensores estas marcas se van borrando. Comprobar si la correa está manchada de aceite también puede resultar de gran ayuda. En este caso lo mejor es llevar el vehículo al taller para realizar las comprobaciones pertinentes.
El tercer paso es comprobar la tensión de la correa ya que esta debe estar firme en todo momento y el desgaste de los dientes y la forma en la que se acoplan a la correa.
Síntomas de una correa en mal estado
- Signos de desgaste sobre la correa: dientes mellados, grietas en la superficie, sequedad en la goma o falta de tensión.
- Ruidos extraños
- Vibraciones parásitas
- Dificultad a la hora de arrancar
- Fugas de aceite
- Excesivo humo expulsado por el escape
¿Cuándo hay que cambiar la correa de distribución?
Al ser un elemento que tiene durabilidad limitada, es importante acudir a las indicaciones del libro de mantenimiento del vehículo, ya que cada fabricante establece un tiempo de duración determinado. Este suele durar entre los 4 y los 6 años, lo cual equivale a entre 60000 y 160000 kilómetros.
Sin embargo, el desgaste puede producirse antes de tiempo o romperse de imprevisto haciendo que el motor de nuestro vehículo sufra una avería muy grave. Es por ello que, para evitar posibles averías, es importante comprobar el estado de la correa de distribución y revisarla de forma periódica.