Una de las primeras cosas en las que nos fijamos a la hora de comprar un vehículo es en su motor. Pero ¿realmente sabemos de qué se compone? Dos de las características más importantes de este son la potencia y el par motor, que, aunque muchas veces se confunden, no son lo mismo. Aquí te explicamos sus diferencias.
CV de potencia
El CV (caballo de vapor) es una unidad de medida utilizada en Europa para medir la potencia de un motor. Esta se define como la potencia necesaria para levantar un peso de 75 kfg (kilogramo-fuerza) a un metro de altura en un segundo.
El origen de esta unidad de medida proviene de la época previa a la existencia de la mecánica, cuando se utilizaban caballos. Estos eran capaces de elevar 150 kg a una altura de 100 metros en un minuto, algo que, cuando apareció la mecánica, tuvo que reinventarse de manera que el CV pudiera elevar el mismo peso o bien reducir el tiempo empleado.
El par
Suele conocerse como par a la fuerza o par de torsión y se define como la fuerza que aplica el motor sobre la potencia. Es necesario para que el cigüeñal del motor gire y sea capaz de transmitir el movimiento al resto de elementos del vehículo.
¿Cómo se relacionan?
La potencia y el par motor son dos magnitudes que van siempre unidas, lo que muchas veces lleva a que se confundan. Mientras que el par motor es aquello que determina las aceleraciones y recuperaciones del motor, es decir, lo que nos empuja hacia el asiento cuando aceleramos, la potencia es el resultado de multiplicar el par motor por el número de revoluciones.