Llegan los meses más calurosos del año. Disfrutas más del aire libre, de la playa y de la naturaleza. Tu coche te lleva a todas partes, pero ¿no sientes que a veces pareces asfixiarte dentro? Evitar el calor dentro de tu vehículo es sencillo, vamos a darte unos cuantos consejos para lograrlo.
La temperatura del coche
Antes de meternos de lleno en materia te contamos algo curioso. El RACC ha realizado varios estudios en los últimos años y su conclusión es que más o menos, dentro del coche en verano hace unos 20 grados más que en la calle. Por ejemplo, si la temperatura ambiental es de 20 grados, dentro del coche estamos a unos 40. Imagínate cuando el termómetro sube a 30 grados ¡el interior del vehículo puede alcanzar los 50 grados!
3 consejos para evitar el calor en el coche
Seguro que tú tienes tu pequeño truco para hacer más agradable la temperatura del interior del vehículo en verano (que estaremos encantados que nos cuentes). Aquí van tres muy sencillos que funcionan:
- Utilizar el parasol evita que los rayos ultravioleta penetren con demasiada intensidad, por lo que la temperatura del coche no subirá tanto al hacerlo.
- Aparca a la sombra aunque tengas que dejar el coche un poco más lejos del lugar al que deseas ir.
- Ten a mano un trapo y mójalo cuando vayas a entrar en el coche. Colócalo sobre el salpicadero en la zona por la que sale el aire acondicionado y verás como logras que el coche se enfríe más rápidamente al encenderlo.
Por qué es importante que tu coche esté fresco
No solo es por la incomodidad que produce ese calor tan acusado en un espacio reducido. Tu salud también está en juego. Por los materiales con los que están fabricados los coches expuestos al sol durante un tiempo pueden albergar una cantidad de entre 400 y 800 miligramos de benceno. Incluso aparcados a la sombra si la temperatura exterior es alta aumenta el nivel de la toxina. Según los expertos esta cantidad son suficientes para provocar abortos, leucemia, anemia y otras afecciones en los pasajeros a largo plazo.
Para evitar respirarlo no enciendas el aire acondicionado nada más entrar en el coche. Primero, abre las ventanas y mantenlas así durante 5 minutos. Después, enciende el aire sin que entren aún los pasajeros y espera otro ratito. Cuando vayáis a entrar el coche estará fresquito y, lo más importante, libre de sustancias peligrosas para la salud.